Este fin, tuve la oportunidad de convivir con viejos amigos. Bueno, ni tan viejos… todos somos de las misma “camada” y aunque solamente tuvimos la oportunidad de conocernos durante unas cuántas semanas en Europa en el 2003, siento que son parte de mi vida desde siempre.
Ya sé, suena algo cursi lo que estoy diciendo pero eso es lo que sentí cuando llegué a tierras tapatías el pasado jueves.
Las anécdotas que aquí voy a mencionar, son solamente fragmentos de mi experiencia durante este corto viaje. No pretendo “balconear” a ninguno de los participantes de dichas historietas y por eso mismo, les pondremos sobrenombres a cada uno de ellos.
Desde el primer instante que me bajé del avión vi a mi
“sister” esperándome con los brazos abiertos haciéndome sentir bienvenida luego luego (Bueno, la verdad no estaba. Me quedé unos minutos valiendo madre porque a la ingrata se le ocurrió ir al baño a esas horas y me tuve que quedar fingiendo que estaba hablando por teléfono, el cual no traía crédito, pero al menos así no me vería tan looser chiflando la loma).
Saliendo del aeropuerto nos fuimos a comer birria con sus respectivos tequilitas aunque el aguafiestas del
“socio” no quiso porque “dizque” tenía que trabajar (Por supuesto que le echamos unos cuantos mililitros a su jugo de naranja para hacer un intento de “desarmador” al estilo Jalisco). Para concluir la tarde con un delicioso café irlandés por supuesto sin olvidar conectarla con una deliciosa cena/peda en el TAO con el resto de la “pandilla”.
Al siguiente día,
“Pepe” (Por pependejo no porque realmente se llame José) nos llama dos horas antes de lo planeado para que fuéramos por el porque el señorito no calculó bien las horas de viaje. Las niñas nos quedamos sazonamente desayunado tremendos chilaquiles en el resort que nos estábamos quedando y el socio tuvo que ir por su amigo.
Para no hacerles largo el cuento… terminamos agarrando la peda en Tlaquepaque con los mariachis para cerrar ese día con broche de oro en el NUTS. Qué les puedo decir al respecto? Es algo indescriptible (porque no me acuerdo) pero “se nos fue de las manos” como diría mi camarada. Unos bailando con otros, otros robándose vasos, pinzas, sillones, de todo… ya saben las bolsas gigantes que se están usando ahora que ni te das cuenta que hasta al DJ sacaste del antro.
Siguiente día tortas ahogadas-levantamuertos-quitacrudas-buenaonda para seguirle la pachanga en la casa de
mi abu en Chapala. No manchen, banda y toda la cosa… no quería que se acabara ese día en verdad porque eso significaba la conclusión de mi fin de semana por mis tierras mexicanas. Pero como los días no son eternos y mi cuerpo no aguanta tanto alcohol/fiesta, me “dormí” como a eso de las… alguna hora de la madrugada para despedir con nostalgia a ese grupo de amigos que tanto quiero.
Fue una experiencia inolvidable compitas… los quiero y extraño un chingo pero por ello…
CERVANTINO 2006 nos espera ansiosamente (agárrate Guanajuato que ahí les vamos!!!! Todavía tiene un año para prepararse).
QUE SE REPITA!!!! Y… SALUD!!!!
