marzo 30, 2006

SI PUDIERA REGRESAR EL TIEMPO… ÉSTA SERÍA OTRA HISTORIA

Quisiera regresar el tiempo y detenerlo en una época que hoy es mi pasado. Girar las manecillas del reloj en retroceso y pararlas solamente en los días en donde:

*Mi amor eran mis padres, mis héroes, mi ejemplo a seguir.

*Mi odio más grande era el que le tenía a las espinacas cocidas y a los dátiles (razón por la cuál, mi estancia frente a la mesa del comedor incrementaba directamente proporcional a mi grado de repulsión en contra de dichos alimentos).

*Mi amiga más fiel y confidente era la muñeca de pelos necios, quien con su ojo tuerto me inspiraba confianza y reafirmaba mi seguridad.

*Mi enemigo constante era el monstruo que salía del ropero en medio de la oscuridad de la noche.

*Mi felicidad era correr sin ataduras por el parque y andar en bicicleta con los amigos.

*Mi tristeza era perder la bola de helado recién comprada en el carrito que pasaba frente a mi casa (de esos que tocan la interminable canción).

*Mi preocupación más importante era que Santa me “checaba” día y noche (con la más mínima travesura no me traería la cocinita “Fisher Price” con todos sus aditamentos).












*Mi tranquilidad era encerrarme en mi cuarto, debajo de mi cama sin olvidar que el refugio mejor equipado contra TODO eran los brazos de mi madre.

*Mi problema era elegir entre una paleta de chocolate y un dulce de caramelo.

*Mi solución era cerrar los ojos con todas mis fuerzas y rezarle a la Virgen, a San José, a San Jorge, a San Judas, a San Panuncio… como si los santos fueran a bajar del cielo con un cortejo de ángeles para salvarme de tan complicados embrollos en los que me había metido.

*Mi realidad… mis sueños.

Sin embargo, al pasar lo días, las noches y los años; me doy cuenta que no es posible mantener el tiempo estático. Es una constate en movimiento que se va sin avisarnos y sin darnos cuenta se lleva consigo las oportunidades para recapitular una acción o memoria y así evitar echar a perder nuestra existencia.

Hoy todo se vuelve más complicado, más elaborado y más nocivo para el alma. Ahora puedo decir que:

*Mi amor no lo conozco, lo he buscado pero al parecer se la pasa huyendo de mí.

*Mi odio más vil son todos aquellos que mataron a mi padre, que acabaron con personas inocentes, que traicionan a su propia gente, que pisotean los ideales más puros y que abusan de los que menos tienen.

*Mi amiga soy sólo yo. Yo sola me escucho, me hablo, me cuento lo que me pasó en el día, me doy consejo, me felicito… Yo soy la única en la que puedo confiar. Conmigo misma mis secretos están seguros.

*Mi enemigo es el mundo (creo que en veces me gustaría mudarme).

*Mi felicidad es mi familia y no la tengo aquí cerca.

*Mi tristeza es perder a los que amo.

*Mi preocupación es el futuro.

*Mi tranquilidad es una botella de vino, un cigarro y los brazos del hombre que me ama y a quién yo amo.

*Mi problema es que me niego a ser feliz.

*Mi solución es partirme la madre y sacar las uñas a defenderme de los demás y de mi misma.

*Mi realidad… la vida misma.

Quisiera regresar el tiempo y detenerlo en una época que hoy es pasado…Intenté girar las manecillas en retroceso y lo único que obtuve fue un reloj varado con la fecha del mes pasado y una garantía expirada el día de ayer.

Creo que me voy a comprar otro reloj…

marzo 21, 2006

A PESAR DE LOS AÑOS


Cerré los ojos, entraste con el aire por mi ventana.

Respiré profundo, me acariciaste la cara.

Sentí tu beso, un escalofrío invadió mi cuerpo.

Te quise tocar, y ya no estabas...

Creo que todavía te extraño…


marzo 17, 2006

TEMPTATIONS

AT FIRST SIGHT


"El alma que hablar puede con los ojos también puede besar con la mirada"
Gustavo Adolfo Bécquer

marzo 15, 2006

¿DÓNDE QUEDARON LOS CUENTOS DE HADAS?

¡Soy una estúpida! Sí, una perfecta estúpida… hasta hoy, después de 25 años me he dado cuenta que he vivido al revés. Mi existencia pasa “patas pa’ arriba” y por causa de ello se va sin darme cuenta.

Me gusta soñar de día y vivir de noche. Sí, eso lo hago siempre y al caer la tarde me doy cuenta que el día ha terminado y yo sigo siendo la misma estúpida de siempre.

Cuando amanece, despierto sin ganas de empezar con mi rutina pero ya pasadas las horas me doy cuenta que empiezo a entrar en una realidad paralela que me hace mucho más feliz que la verdadera realidad. Construyo castillos en el aire, con sus respectivos príncipes azules (que ya ni en los cuentos de hadas existen) dónde la única princesa soy yo ¡Y nadie más!

Joyas hermosas rodeando mi cuello y cubriendo mi cabeza, mis manos y mis bazos deslumbrando a las multitudes con semejantes piedras e invaluables incrustaciones de metales preciosos. Manejando… bueno, mi chofer manejando un carro último modelo a toda prisa, niños perfectos que se portan bien y que me llaman mamá a cada rato, y por supuesto no puede faltar ese ideal románico al lado de mi maridito precioso.

¡Lo sé! Soy una estúpida, eso no existe sin embargo es mi sueño durante el día. Por las noches, cuando por fin logro terminar mi rutina diaria envuelta por mi realidad mental llego a mi casa y…

… Me doy cuenta que mi casa no es un castillo como creía. La escalinata que subo es solamente hacia el apartamento del segundo piso y no la fortaleza de los cuentos que me contaban cuando era pequeña.

… Me doy cuenta que las joyas que poseo no son hechas de piedras preciosas, sino de un material sintético que hace parecer las rocas “vidriantes” iridiscentes que solamente cuestan unos cuántos pesos.

… Me doy cuenta que el carro último modelo es más bien un Sedán con la defensa bien caída y que el sonido que proviene de su motor, no es por los caballos de fuerza de un auto deportivo, sino es un grito de auxilio para llevarlo a darle mantenimiento.

… Me doy cuenta que los niños perfectos no existen, son solamente unos diablillos hijos del vecino intentando esconder sus cuernos, cola y tridente detrás de sus ropas y debajo de la gorra mal puesta sobre sus cabezas.

… Me doy cuenta que mi ideal romántico no es el príncipe azul de la Cenicienta, de Blanca Nieves o de la Bella Durmiente. Es simplemente un bote de nieve a medio derretir, un “chick flick” de moda en mi televisor y una botella de vino a punto de avinagrarse.

Después de vivir un día irreal y después de unas cuántas copas de licor, lo único que queda en mí son las memorias de mi ideal inexistente acompañadas del “no recuerdo” y una resaca inexplicable que viene de la mano de una migraña cegadora que me obliga a quedarme un rato más perdida entre mis sábanas; junto al lecho vacío de mi “no príncipe azul”.

¡Qué vida la mía! ¿A poco soy sólo yo? ¿Acaso soy yo la única estúpida que sigue creyendo en los cuentos de hadas y en los sueños? ¿Alguna vez se harán realidad?

Creo que a partir de mañana tendré que darle un giro a mi vida y empezaré a vivirla como se debe, soñar sólo de noche y concentrarme en el día en mis metas profesionales que esperemos traigan la remuneración económica que tanto deseo.

Al fin me podré comprar mi castillo, mis joyas, mi carro último modelo… ¿Y el príncipe? ¡Pues qué fregados! ¡También me lo compro!... pero eso sí, de los niños me encargo yo, ya vendrán después de que le entregue la factura a mi “Príncipe Azul”.

Y si bien es cierto, el dinero no es la felicidad eterna pero… ¡Te puedes comprar lo más cercano a ella! :)