diciembre 17, 2006

ESTA ES PANDORA (PERO SIN SU CAJA)

Long story short… PANDORA, es una mujer agraciada de la mitología griega la cuál poseía una caja. A pesar de ser una mujer muy bella y casi perfecta, tenía una debilidad, la CURIOSIDAD. Como dice el dicho: “La curiosidad mató al gato” y por ello, esta mujercilla metichota decidió abrir la caja que uno de los dioses le regaló dejando libres TODOS LOS MALES DEL MUNDO quedando atrapada la esperanza (Maldita perra).

Sin embargo, en esta ocasión, en vez de ponerle dedo a esa mujer por meter la nariz en dónde no le importa, le daremos un poco de crédito por haber adquirido del dios Apolo el don de la música. Lo sé… este post puede ser algo parecido o más bien relacionado con lo que Mrs. Ginobili escribió hace unos meses: “NO SÉ PORQUÉ ESCRIBÍ ESTE” pero me gustaría compartir algo con ustedes.

A los que me conocen, saben que soy una persona muy sensible a la música… si estoy contenta, voy a cantar "A Fuego Lento" de Rosana bailando como loca por los pasillos de mi casa. Si estoy enojada voy a poner rock, rancheras o cualquier canción para “mentar la madre” a todo volumen y si estoy deprimida me voy a poner a cantar a todo pulmón cualquier balada sólo para desahogarme.

Cuando estoy extremadamente estresada (99% del tiempo) voy a gritar con todas mis fuerzas alguna canción hasta que sienta que mi cuerpo libera la tensión en cada uno de los acordes que interpreto cuando nadie más me está viendo (aunque uno que otro vecino se queje de los aullidos).

En fin, el caso es que… para hacer más llevadera mi rutina diaria me gusta escuchar música. En mi trabajo no puedo usar los audífonos de mi iPod porque tengo que estar 100% disponible para mis jefes (además que creo que se ve poco profesional), no se pueden conectar más cosas en mi escritorio (radio o bocinas), que flojera llevar cargando mis CDs por lo que mi último recurso fue buscar una estación en línea para mitigar mi aburrimiento durante las largas horas que paso SOLA enfrente de mis 3 monitores adentro de una pecera cibernética (Freak).

Encontré PANDORA, una estación gratuita en Internet creada por “The Music Genome Project”. Esta estación ya tiene varios años en el aire y aunque SÉ que no descubrí el hilo negro, quisiera pasar la voz para los que no tenían conocimiento de ello y tienen acceso limitado a fuentes musicales en la oficina como yo. Actualmente sólo proveen servicios a gente que reside en los Estados Unidos pero si le ponen un código postal norteamericano, funciona a la perfección.

Lo curado de esta estación, es que puedes hacer tus propias listas de música basadas en el tipo de canciones y artistas de tu preferencia. Por ejemplo, si te gusta Shakira, te van a poner canciones VARIADAS de muchos artistas similares a su tipo de música. Me encantó el hecho que:

#1.- No me aburro con las canciones que yo ya tengo en mi iPod.

#2.- Pasan canciones de otros artistas que EN MI VIDA había escuchado y que vale la pena conocerlos.

#3.- Van varias ocasiones que ponen canciones en otros idiomas, como italiano y francés. Aunque no entiendo más que inglés y español, me gusta escuchar música de otros lados.


No soy una erudita en música ni soy la que está a la vanguardia de lo que hoy está de moda, lo único que se es que es una buena opción para aquellos que les gusta escuchar unas buenas rolas durante una exhaustiva jornada laboral o de ocio.

Espero que la disfruten!

diciembre 09, 2006

ELLA

Como ella no hay dos, gracias a Dios… ¡Y lo digo en serio!

El ver su cara de enojo y con el cinto en la mano me hacía temblar. Sólo porque un día decidí que las paredes de mi cuarto lucían un poco aburridas y opté por cambiar la gama de colores por una un poco más divertida de la marca Crayola. Yo creo que los cintarazos me dolieron un poco menos que mis manos después de haber fregado durante horas mis maravillosos “Riveras” hasta dejar nuevamente el lienzo en blanco.

Aprendida mi lección, llego un día de la escuela y me encuentro con el cuarto de juegos tapizado todo en papel Bond. La volteo a ver… me extiende un mandil con una mano y con la otra me entrega un puño de pinceles de todos tamaños y me dice: “Ahora sí puedes pintar todo lo que quieras”. Era un sueño… ¡poder pintar las paredes sin que sintiera culpa alguna!

En verdad les digo, como ella no hay dos…

Otro día, se me ocurrió que mi vida no debería de ser como era. Que mi casa no debería ser mi casa, que mi cuarto no tendría que ser mi cuarto. Que mis ropas con florecitas rosas no tenían ningún atractivo y que mi cara apiñonada no tenía nada espectacular mas que un par de ojos pizpiretos con la sonrisa de un pequeño demonio.

¡Manos a la obra!- pensé - dirigiéndome sigilosamente hacia su clóset. Me amarré cuanta chalina pude en el cuerpo, me puse los zapatos más altos, me caí… me levante y me tropecé de nuevo con los pedazos de tela que seguía arrastrando. Jalé el banquito que estaba en la pasada, me subí en él. Esta vez en lugar de paredes, mi lienzo fue mi cara. Me veía maravillosa con todos los colores del arco iris en ella.

Salí corriendo a mi cuarto – que en esos momentos era mi escenario – frente al espejo me puse a cantar, bailar, jugaba a las muecas con mi reflejo y en eso oigo que se abre una puerta. La música en mi cabeza se convierte paulatinamente en un silencio TAN SILENCIOSO que hasta el palpitar rápido de mi corazón lo escuchaba cada vez más fuerte. Las luces de mi escenario se fueron atenuando poco a poco y el micrófono que sostenía en mi mano se convirtió nuevamente en el cepillo redondo que ella usaba para peinarse todas las mañanas. Por supuesto, el despintarme la cara y acomodar nuevamente su clóset no fue tan excitante como los aplausos recibidos de mi ávida audiencia: Cabbage Patch, Rosita Fresita, Duraznito, Rainbow Brite, entre otros.

Al pasar ese incidente, ella decidió darme acceso al baúl de los recuerdos. En el guardaba todos los disfraces, vestidos antiguos, zapatos de fantasía, maracas, castañuelas, toda clase de accesorios para mis “shows”. Días después, me lleva de sorpresa al teatro y me deja ir con ella tras bambalinas. Peces gigantes vestidos en brillantina (que ella hacía), olas enormes dibujadas en hielo seco, gente disfrazada de indios (ella también), piratas, niños, el Capitán Garfio, Campanita… ¡Todo el elenco de Peter Pan! Yo, parada en el mismo cuarto que ellos, corriendo entre flora y fauna dotada de colores iridiscentes ¡Era como caminar por los rincones de mi mente, de mi imaginación, de mis sueños!

Historias con ella y sobre ella, tengo muchas… anécdotas de mí y mi iniciativa, también tengo otras más pero no acabaría de escribir cada una de ellas. Esto es sólo una probadita de cómo ella tiene la creatividad para darme mi merecido cuando era necesario y a la vez me daba la oportunidad de explotar mi imaginación insaciable. Yo quisiera algún día ser como ella, tener los extremos que ella tiene: seria cuando se necesita y divertida a la vez; de mano firme pero también cariñosa; analítica y razonable pero sin dejar a un lado el sentimentalismo y sentido artístico que tiene. La habilidad que posee para convertir un día común en una obra de arte.

Esas son las memorias que tengo de cuando era chica y no las quiero cambiar. Ojala que algún día yo misma las pueda crear.

Como ella no hay dos, gracias Dios… porque si hubiera otra como ella no podría presumirle a todos la gran cocinera, electricista, jardinera, enfermera, pintora, fotógrafa, escritora, analista, profesionista, luchadora social, mujer que le llamo mamá :)