POR ESO ESTAMOS COMO ESTAMOS
Por cuestiones de seguridad, los nombres de las personas y lugares tendrán que ser cambiados.
El día 18 de abril en punto de las 11 de la noche. La siguiente conversación se escuchaba en las oficinas del Instituto Nacional de Inmigración en la garita de Palomilla Road, a unos cuantos kilómetros de la ciudad de Drogales, Narizona.
Oficial: Permítame su pasaporte señorita, por favorPor favor, imagínense la cara del oficial levantando las cejas, agachando la mirada y alzando las manos como Pedro Infante en su famosa canción “Yo te lo juro que yo no fui” y el muy inepto del oficial usando un tono de “Mi amor yo que te voy hacer el paro”.
Pita: Aquí está. Tengo este permiso por 6 meses, lo saqué el 20 de Octubre del año pasado pero como me tengo que quedar en Hermosollo hasta el día 22, no la voy a librar. ¿Me puede dar uno por 7 días por favor?
Oficial: ¿Cómo que no la va a librar señorita? Si apenas son 5 meses… a ver. – Pensando en voz alta y contando con los dedos: “De Octubre a Noviembre, de Noviembre a Diciembre, de Diciembre a Enero, de Enero a Febrero, de Febrero a Marzo, de Marzo a Abril…” Señorita, si la libra…
Pita: No oficial, no la libro porque ya son los 6 meses, prefiero que me de el permiso de 7 días
Oficial: A ver… “De Octubre a Noviembre…” – Y así sucesivamente como por 4 veces más (Me daban ganas de sacarle un ábaco aunque sea a ver si así agarraba la onda). No señorita, no la libra, pero le puedo dar uno por 6 meses y paga sus 20 dólares
Pita: Oficial, no lo necesito por 6 meses, nomás quiero el de 7 días
por el cuál no tengo que pagar
Oficial: No señorita, no hay esa posibilidad. Nomás tiene esta opción de los 6 meses y paga en su banco más cercano. Aunque la verdad, yo preferiría que me diera una propina, la pongo en el permiso de su cuñado para que usted no pague y así ya están todos contentos.
¡Cómo me dio coraje! La sangre me subió desde la punta del pie hasta mi cabeza, los ojos se me saltaron y el humo se me salía por las orejas (Los que me conocen bien, y que me hayan visto enojada saben de lo que estoy hablando).
Pita: ¿Acaso me está pidiendo que lo soborne?
Oficial: ¡Pos sí!
Pita: ¡Pos no!
Oficial: Pues se chinga – ¡PUES SE CHINGA ME DICE EL MUY IMBECIL!
Pita: Pues me chingo y por favor me da su nombre junto con mi permiso.
Por supuesto que se hizo el occiso y me dio mi permiso sin problemas. Prefiero mil veces pagar mis 20 dólares al banco a dárselos a ese tipo de gente. Como me choca que pidan mordida y que aparte se las den. Como dirían mis amigos Los Apson: “Por eso estamos como estamos”.