¿SEREMOS TODOS COMO SANSÓN?

Leyendo las noticias (y las columnas de chismes de los famosos) me topé con el artículo publicado por el sitio informativo Reuters: “Britney Spears shears hair off” o “Oops! She did it again!” como lo presentaron en otros portales de Internet. Habla acerca de la última “locura” hecha por la cantante, en donde muestran fotografías de ella con la cabeza completamente afeitada.

A pesar de que nuestra cultura se ha ido transformando a través del tiempo y ha logrado aceptar, o más bien tolerar estilos de vida fuera de las pautas establecidas (“Si eres hombre, te gusta el azul y si eres mujer, te gusta el rosa”; “Si tienes dinero, te gusta el caviar y si no lo tienes, te gustan los frijoles y las tortillas”), este tipo de cambios radicales siguen siendo el centro de atención de la sociedad.

Pero independientemente de que este cambio sea aceptado o no ¿Cuál habrá sido la verdadera razón por la cuál decidió raparse la cabeza? La verdad, sus motivos personales no es lo que me interesa pero me pone a pensar ¿Por qué recurrimos a ese tipo de cambios tan drásticos?

Alguna vez leí que es parte de nuestra naturaleza humana. Cuando estamos pasando por algún tipo de crisis, ya sea profesional o personal, recurrimos a algún tipo de transformación. Así como muchos recurren a las drogas, alcohol u otra clase de medicamentos para alterar el estado de ánimo, muchos otros recurren a algún tipo de alteración física.

En las mujeres, es muy común recurrir a un corte de pelo ¿Será que sentimos que a diferencia de Sansón, nosotros recuperamos la fuerza? O ¿Creemos acaso que al cortar nuestro cabello, con ellos cortamos la raíz de nuestros problemas?

En el aspecto religioso, para ciertas culturas, se cree que el cabello de la mujer es el velo dado por Dios, es su gloria, y si la mujer se rehúsa a cubrir su gloria es una forma de rebelión. El velo o cabello es forma de sumisión, de aceptación de un rango de menor mando o de “no autoridad”.

En el aspecto social y político, alrededor del año 1920, las mujeres rebeldes optaron por usar vestidos rectos sin muchas “curvas”, sin corsés, sin mangas, con un corte de pelo más hombruno empezando así la lucha por la igualdad social, el derecho al voto, el derecho a ser persona, el derecho a ser tratada igual que a los hombres, el derecho a ser dueñas de nuestros propios ideales, el derecho a un cambio.

En el aspecto espiritual o esotérico, se cree que soñar con el corte de pelo quiere decir que uno se quiere deshacer de una vieja forma de actuar o pensar ¿Será cierto?

¿Será entonces la forma de decirle a todos “Al diablo con ustedes, que aquí mando yo”?

P.D. Hace dos semanas me corté el pelo, mínimo unas cuatro pulgadas porque ya estaba cansada de lo mismo de siempre. Me sentí diferente y renovada. Me cargué de energía y me dispuse a empezar de nuevo.