WHEN BAD THINGS HAPPEN TO GOOD PEOPLE...

Cuando Laura* conoció a Sebastián* parecía que él había salido de un cuento de hadas. Ella venía de una relación amorosa un tanto complicada y problemática, que la dejó devastada emocionalmente y sin ánimos de luchar por alguien más. Necesitaba de alguien que le dijera que tan hermosa, inteligente y valiosa es; yo y sus demás amigas intentamos decírselo muchas veces, pero ella necesitaba oírlo de alguien más. Y justo en ese momento, como por obra del destino, Sebastián entró a su vida. Un día sin más ni más se acercó a ella pidiéndole una oportunidad de conocerse y ella un tanto halagada y sorpendida accedió...

Sebastián en muy pocos días se ganó su corazón, en parte porque ella estaba muy necesitada de cariño, y en parte porque el era todo lo que ella o cualquier mujer quisiera tener : inteligente, culto, divertido, guapo y cariñoso, sumamente cariñoso. Los días pasaron volando y Laura no podía creer su buena suerte de tener a ese hombre tan enamorado de ella, hasta yo estaba convencida de que él era lo mejor que le había pasado.

Cuando pienso en Laura y en todas las cosas que me ocultó a mi y al resto de sus seres queridos, siento una impotencia y ganas de llorar, porque yo la pude haber advertido, aconsejado. Pero ella era ingenua, inocente, crédula y virgen...

El tema del sexo empezó a ser motivo de conversación y muy pronto de discusión entre ellos; Laura creía en la vida color de rosa pero las insistencias de Sebastián la hicieron dudar de sus propias convicciones. Sebastián era muy inteligente y muy paciente con ella, la tomaba con cariño de la mano y le hizo saber que él no haría nada que ella no quisiera, a pesar de que tenía la opción de dejarla y irse con alguien que sí lo correspondiera en todos los sentidos. Luego las pláticas tranquilas se convirtieron en discusiones en voz alta, y las frustraciones de Sebastián se transformaron en forcejeos e insultos hacia ella. Le hizo notar todos y cada uno de sus defectos físicos y mentales, la hizo dudar de ella como mujer y persona, le hizo creer que si ella lo dejaba se iba a quedar sola, le hizo sentir que en verdad no valía nada. Una mujer fuerte se hubiera defendido, una mujer fuerte se hubiera ido un buen tiempo atrás, pero Laura no, ella se sentía sola, muerta de miedo y creía todas y cada una de las palabras de Sebastián, Laura estaba dañada de por sí y no quería volver a sentirse mal.

Todavía tiemblo del coraje y la tristeza cuando supe lo que pasó después, aunque lo haya sabido demasiado tarde. Todavía tengo presente el día que me contó meses después porque ella ni siquiera sabía qué le había pasado exactamente, no pude dormir esa noche, pensando en ella, esa persona que tanto quiero y que no pude hacer nada por ayudarla.

Un día precioso, cuando la primavera quiere empezar a hacer notar su presencia y el sueter es algo opcional, Sebastián abusó de Laura. Sus súplicas y llantos desesperados no sirvieron de nada, y cuando Laura sintió la enorme fuerza física de aquel hombre sobre ella empezó a suplicar algo distinto a que por favor no le ocurriera eso, empezó a rogar que lo inevitable terminara ya. No entraré en los detalles grotescos y en las barbaridades que este hombre hizo con tal de lograr su cometido, pero cuando él terminó de insultarla y le aventó sus ropas en la cara para que se vistiera, ella sintió en su interior, que a pesar de que no estaba segura qué le había pasado, ella supo que a partir de ese momento ya nunca nada sería igual para ella.

Lo que quedó de mi amiga fue solo un pedazo de persona, me cambiaron a una persona alegre por un ser inseguro, deprimido y devastado.

Hace poco vi a Sebastián, llegó al mismo lugar donde estaba yo, Laura ya no estaba ahí. Jamás hubiera permitido que se le acercara otra vez, pero sé que si lo intentó hace algún tiempo.

Yo sé que ella va a salir adelante, y ha logrado muchas cosas, aunque a veces se tropiece y le duela otra vez, estoy orgullosa de ella. El pasado ya no está, sus fantasmas dejarán de molestarla poco a poco y una vida preciosa le espera por vivir... Estoy contigo siempre, te quiero...

* Nombres ficticios