enero 07, 2009

THE RING

Y no... no me refiero a la película


Cuando tenía como 18 o 19 años pensaba que iba a ser esa mujer profesionista, sin ataduras, sin nadie que le dijera que hacer, dueña de mi propia vida y por ello, siempre le decía a mi mamá que no me iba a casar. Para mí, en mi mente era:

Matrimonio=Ataduras la soga al cuello básicamente (a lo mejor mi novio todavía piensa lo mismo jajaja).

Mi mamá me decía que no iba a morir hasta que no me viera casada con un buen hombre a lo que le respondía “¿a poco vas a vivir hasta los 100+ años?”. Ahí es cuando ella ya no sabía que responder, si llorar o reír, entendía que eran otros tiempos pero sin poder sacarse de la cabeza que el fin último de la mujer ya no era nomás casarse, había algo más…

Otras veces, bien a la sorda me decía “ya no salgas tanto a antro que ahí no vas a encontrar al hombre indicado” o bien sutilmente me dice que mandó hacer 3 marcos iguales para poner las fotos de boda pero en vez de agobiarme por ello le decía que luego iba a ir con alguien para que me tomaran una foto a mi acariciando a un gato para que lo pudiera usar junto con las fotos de mis hermanas. No le cayó muy en gracia por supuesto :).

Por fin, el día llegó en el que podrá hacer buen uso de su inversión en el marco y que el San Antonio que tiene podrá ser volteado nuevamente para así evitar matarlo de asfixia por haber estado “patas pa’ arriba” por los últimos 5 años.

Me di cuenta que, el casarse no es atarse… no es ser uno el dueño de el otro… es ser un compañero de equipo. En donde los dos trabajan juntos para alcanzar metas, no necesariamente tienen que ser las mismas pero pueden ir en la misma dirección, no tienen que ser las personas exactamente iguales, pero se pueden complementar y comprometer para hacer que esta nueva etapa funcione. Ahora entiendo y estoy entusiasmada por empezar esa etapa porque yo sé que es con la persona correcta.

En la mañana, por ejemplo, se me olvidó mi anillo en la casa… me regresé por él porque me sentía rara ya no tenerlo, además me gusta que cada vez que lo veo me acuerdo de mi pareja. Yo sé… no necesito algo material para acordarme de él pero el simple hecho de verlo, de ver lo que ello significa me hace reafirmar cada vez mi compromiso con esa persona.


Leí que hay varios significados de los anillos de compromiso o de bodas, pero los que más me gustaron es que el círculo del anillo significa el eterno amor, fidelidad y compromiso con la pareja y lo que más me llamó la atención es que se supone que el cuarto dedo (no se si específicamente el de la mano izquierda) tiene una vena que está conectada directamente al corazón. Cursi… pero me gustó, no se si sea lo correcto anatómicamente hablando (ya me corregirán mis amigos doctores), pero quiero pensar que sí.

El punto es que: la vida da muchas vueltas y nunca sabemos lo que vaya a pasar. No podemos afirmar que haremos o que no haremos algo nomás porque en ese entonces nos encontramos en una situación diferente… hoy no me puedo imaginar no tener a mi pareja a un lado, creo que al fin de cuentas, ya no quiero ser TAN independiente. Lo necesito...

3 Comentarios:

A la/s 11:22 p.m., Blogger dayanna* dijo...

¡Felicidades! Me había dicho JM que te ibas a casar y de hecho le dije llévame a la boda. Yo aún pienso como tú antes, posiblemente porque la relación de la cual acabo de salir -bueno ni tan acabo- sí tenía muchas ataduras, a ver que pasa después. Un abrazote.

 
A la/s 3:06 p.m., Blogger Tita dijo...

Muchas gracias Dayanna!!! Acuérdate de mi en unos 5 años más ;)

 
A la/s 3:51 p.m., Blogger Bilutona dijo...

no seee no seee noseee JAJAJAJAJAJA

no me convences! JAJAJAJA

te quiero baps!!!

 

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