UNO MAS

Despierto todas las mañanas al lado de un hombre… un hombre trabajador, con una condición económica favorecida y de buena familia. Con él he formado una hermosa familia que incluye a mis hijos: dos niñas y mi pequeño bebé.

Todas las mañanas desayunamos en familia para cada quién iniciar sus actividades cotidianas. Él en el trabajo y los hijos en el colegio. Después de limpiar rápidamente la casa y hacer uno que otro mandado que traigo por ahí, me retiro a los cursos que tengo por las tardes.

Se acaba la tarde y con ella viene la noche. Salgo de la ducha y al mirarme frente al espejo veo que algo más hace falta. No se si en mi rostro o en mi mirada, pero la chispa que éstos ojos negros tenían hace algunos años ahora ya se ha terminado, pero no le doy importancia porque me imagino que solamente es cansancio por el ajetreado día que tuve hoy.

Despierto nuevamente y la sensación de duda continúa en mi cabeza. Pensé que después de estar en consulta privada por 8 o 10 horas con mi almohada iban aclararse todas las dudas que tengo… bueno, sólo una. La decisión más importante de mi vida pero a la vez la más incierta, la decisión que tome hace más de 20 años, fue la correcta? No lo sé… creo que tendré que esperar un día más… uno más...

Ya no recuerdo cuándo empecé a decir eso…