¡MEJOR CUÉNTAME OTRA, QUE ESA YA ME LA SE!

Once upon a time, in a far away land, there was a princess named… STOP!

Me imagino que los que están leyendo este post están pensando: “¡No manches ca’ón! Esa ya me la sé ¡es una historia más de princesas! ¡MEJOR CUENTAME UNA DE VAQUEROS!”

A lo que Tita responde: “¡Está bien mi estimado lector! (Lector: persona que lee, singular… UN LECTOR del blog) Aquí te va una de vaqueros… Para ustedes, señores y señoritas ¡COMENZAMOS!

Había una vez, una mula bronca caminando libremente por los pastizales y praderas de la región (Por supuesto que no es en Hermosillo ni cualquier otro lugar aledaño al desierto de Sonora). Se despertaba todos los días hacer lo que se le venía en gana, “no strings attached”… ¿Para qué detallar más? Era una mula en toda la extensión de la palabra.

Un día, un vaquero decide irse a caminar por su tierra, y cuando llega al límite de su propiedad se da cuenta que la mula está ahí quieta sin imaginar siquiera lo que él tenía en mente para ella.

LONG STORY SHORT: La mula se acerca, el vaquero le platica… la mula le agarra confianza al vaquero pero en cuanto él decide atarla para llevársela a sus tierras, la mula comienza a brincar, se rehúsa a ser llevada por ese hombre, rompe las riendas y se pierde nuevamente entre los pastizales.

Tal vez el vaquero no tenía malas intenciones para la mula. Tal vez él quería tenerla para cuidarla y darle lo que necesitaba para sobrevivir en este mundo sin necesidad de andar sufriendo en libertad. Tal vez él solo la quería proteger y darle un techo. Tal vez la mula, como tal, se “enmuló” (válgame la redundancia).

Tal vez la mula nació para jamás ser domada… o tal vez sí, pero no por él.

No sé, a lo mejor ni lo lees. Y si lo lees, no sé si me vas a entender pero… creo que los dos tenemos objetivos diferentes. Me hubiera gustado poder corresponder a ese cariño, cuidado y protección que me ofrecías… pero la mayoría de las veces, nosotras las mulas, no entendemos de razones.

Otra cosa que también me hubiera gustado, es que me hablaras claramente… bueno, si lo hiciste, pero fue hace tanto tiempo. La última vez que revisé mi “gran” lista de aptitudes y habilidades extraordinarias “leer mentes” o “adivinar el pensamiento” no ocupan un lugar en mi lista dentro de las “TOP 100”. Si bien es cierto, puedo imaginar una pequeña porción de lo que cruza por tu cabeza en estos momentos, pero eso a estar 100% segura, existe un gran margen de error. Tiendo a ser algo creativa con mi pensamiento ¡Ya me conoces!

Antes, solía saber lo que estaba sucediendo… pero los años pasan, la gente cambia, y como doy por hecho que al evolucionar la persona, los sentimientos que consigo llevan también lo hacen, asumí que las cosas habían dado un giro de 180 grados. Pero “again” vuelvo a lo mismo, no se leer mentes todavía.

Si salía el tema a discusión, solamente decías que “ya lo superara” que los tiempos habían cambiado y que no me creyera la “última cheve del estadio” porque no era así. Y lo sé, y por ello di por cerrado ese capítulo de nuestras vidas pero al parecer… lo cerraste con el “bookmark” acomodado unas cuántas páginas atrás.

A decir verdad, te admiro por ello. Me quito el sombrero ante tu perseverancia, tu determinación, tu carácter para tomar las riendas y decir “No me importa, a esta mula bronca yo la domo” pero al parecer esa mula salió más terca y renegada de lo que esperabas o simplemente esa mula no podrá ser jamás domada… ni por ti, ni por nadie.

Me duele perderte, me duele hacerte daño, me duele que las cosas pasen como pasaron. Que no te haya podido dar lo que tú esperaras, que te haya dado a entender algo que no estaba, que te haya dado motivos para sufrir. Perdón… soy una mula MUY bronca (y necia :p ).