SI DE AVIONES Y VIAJES SE TRATA
Parece que me pasa de adrede o más bien creo que el “Señor de los Cielos” (y no estoy hablando de Amado Carrillo), decide extender majestuosa e imponentemente su dedo índice y apuntar directamente sobre mi cabeza colocando sobre ella una pequeña nubecilla imaginaria de color grisáceo de la cual se desprenden diminutos rayos y truenos atrayentes de la mala vibra al momento en el cual me dispongo a emprender algún viaje en avión.
Érase que se era un día caluroso de Mayo del 2006 en la ciudad de Phoenix, Arizona cuando Tita decide partir rumbo a la ciudad de Monterrey, Nuevo León en punto de las 3:20 de la tarde.
Llegando al aeropuerto Sky Harbor, Tita se da cuenta que su vuelo esta un poco atrasado… en vez de salir a las 3:20 como estaba planeado, se estipulaba que la partida seria a las 3:37 “no big deal”. Los sobrecargos le informan a los pasajeros que es hora de abordar el avión y cuando al fin Tita esta acomodando su cabeza para iniciar una deliciosa siestecilla… “This is the captain of the aircraft, I’ll like to inform you there will be a delay on this flight”. Segundos se convierten en minutos y los minutos terminaron completando una hora (Única hora que Tita tenia para transbordar en la ciudad de Houston, Texas).
Hora de llegada: 8:45 PM, hora de salida del segundo vuelo: 9:10 PM. Tita se baja en la terminal E y pregunta: “Excuse me, where is the terminal for the Monterrey, Mexico flight?” a lo que el asistente responde: “Just go straight and turn left! Terminal B” ¡A toda madre! ¿Qué se imaginan? Aquí a la vuelta ¿no? ¡PUES NO! Alláaaaaaaaaa al fondo se alcanzaba a leer “Train to terminal B”.
Cual Ana Gabriela Guevara al ser correteada por un lince hambriento empiezo a correr hacia la meta (bueno, mas bien mi corazón empezó a latir a esa velocidad mientras mis piernas iban inversamente proporcional sacándole por supuesto la raíz cúbica, dividiéndola entre π y restándole el numero en que pensaste). Finally! Llegué a mi destino… agotada, deteriorada, con mis hermosos collares de “bolitas” mal puestos. En lugar de estar colocados en mi cuello, como debe de ser, los traía puestos en forma de cruz, imitando a las cananas de Emiliano Zapata en plena Revolución Mexicana.
“Excuse me! The flight to Monterrey?”
“Oh honey! I’m sorry! It’s one hour delayed…”
“Jelowwwwwww? Exquiusmi?” pensé. Corrí la interminable distancia para que me salieran con que ese otro vuelo estaba atrasado ¡Nomás eso me faltaba! (Ya han de estar agotados de esta “Tita-aventura”, pero no me importa porque en verdad no acaba aquí mis queridos compañeros).
Y nos dieron las diez, y las once, las doce y la una y las dos y las tres… y desnudos al anochecer nos encontró la luna… Bueno, no desnudos, esa hubiera sido una cosa buena de mi viaje pero ¡ni siquiera eso!
Arriba del avión (tamaño Fisher Price de seguro porque yo tocaba el techo con mi cabeza) apagan el aire acondicionado y empiezan a tocar una canción que en ingles se llama “Have you ever really loved a woman” en la versión México-Gallegesca al estilo requinteo Chamín Correa cuando de pronto… sale la azafata de edad algo avanzada y se parecía a “Mrs. Potts” y me dije a mi misma “Esto no es posible, parece que Walt Disney usó una foto suya para hacer los primeros bocetos del personaje” DE PRONTO la maldita gringa dice: “I love this song! Isn’t this pretty?” y al mismo tiempo empieza a pseudo-cantar la canción en español y ahí si que pensé que “Lumiere” saldría detrás de ella para completar el acto musical.
Bien linda la gringa, pero era demasiada azúcar para mi sistema, y de hecho se llamaba LINDA. No, no, no… No quiero hacer muy larga la historia: turbulencia, turbulencia, “motion sickness”, mareos, calor húmedo, agobio, desesperación… veo una luz titilante por el rabillo de mi ojo y pienso: “En verdad nomás a mi, ha de ser un pinche rayo partiendo el ala del avión” Gracias a Dios era solo la luz del alerón.
Ahora siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piso tierras regias, felizmente llego al aeropuerto y la banda de las maletas… la banda de las maletas… ¡APAGADA! No maletas, no nada… no pijamas, no chones, no zapatos, NADAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Es la 1:33 PM del siguiente día y sigo en pijamas prestadas, descalza y con los mismos chones de ayer.
Historias como ésta tengo muchas… Vuelos cancelados (3 veces en el mismo viaje DE IDA), vuelos perdidos (porque no entendía alemán), hombres teniendo un ataque epiléptico enseguida de mi (en el mismo viaje de los 3 vuelos) y gente ofreciendo 1000 dólares por mi asiento el cual no podía dar porque algo mas importante que esos 1000 dólares aguardaba en mi destino final.
Moraleja: Cómprate un scooter de bolsillo, empaca un set de ropa interior en tu bolsa de mano y acepta los 1000 dólares “no mater what”.
***Dedico este escrito al "Pepe" por ser nuestro nuevo lector, al "José" porque le pasan es mismo o peor tipo de pendejadas que a mi, a la "Mia" porque estoy usando su compu y poruqe me esperó en el aeropuerto junto con el "Chema" y la "Mariel".
1 Comentarios:
que divertido. yo quiero. invita al tulio por alcohol, vuelos en avión y gente epilèptica.
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