CUANDO SE ROMPE EL CORAZÓN…

Yo sé, hablar de corazones rotos es un tema bastante trillado. Muchos catalogan esta materia como algo perteneciente a la corriente desarrollada durante el siglo XIX llamada ROMANTICISMO y se distingue de las demás tendencias literarias por el sentimiento de insatisfacción hacia el presente mirando nostálgicamente hacia el pasado o añorando continuamente un futuro distinto.

Es verdad, pero el hecho de caer dentro de esa tendencia, no quiere decir que al mismo tiempo no pueda pertenecer a otro tipo de movimientos literarios como el REALISMO porque la NETA… es REAL lo que está pasando y no fregaderas cuando alguien te llega a mandar directitamente a un lugar al que todos conocemos como “la chingada” o cualquier otra variante.

Me puse a pensar… (ya saben, de esos momentos en los que me da mucha flojera trabajar, limpiar mi departamento o hacer cualquier otro tipo de actividades que incluya el término de “responsabilidad” o “to do list for today” a.k.a. “momento de ocio”) y me pregunté “¿Cuántas veces se puede romper un corazón?”

Intenté buscar la respuesta en Internet, biblioteca digital (cálmate TEC), librerías e inclusive tuve una entrevista con uno de los científicos más reconocidos a nivel internacional en materia del corazón y llegó a la siguiente conclusión: un chingo de veces.

Conforme fue continuando la entrevista y ya entrados en confianza decidí proseguir con la siguiente pregunta: "¿De cuántas maneras se puede romper el corazón?"

“Esta pregunta se relaciona directamente a la primera que realizó… un chingo de veces también, pero podría mencionar algunos ejemplos”

Y sí, en efecto, me dio varias situaciones en la que de seguro alguno de nosotros ya nos hemos encontrado:

Un corazón se rompe cuando:

+ Te enamoras de el/la chic@ más popular de la escuela, y piensa que eres el/la más looser de todos los tiempos. El típico amor platónico.

+ Te enamoras de aquel amigo “perfecto” que dices: “A la madre, es la relación más fregona que tengo” y de repente llega un día a contarte sus penas comenzando con la siguiente frase: “Amiga mía, verás lo que me pasó ayer con “Fulanita”… blah blah blah… estoy súper enamorado de ella y creo que es la mujer de mi vida” cabe aclarar que “Fulanita” es tu mejor amiga y SABES que es un HECHO que JAMAS DE LOS JAMACES lo va a pelar.

+ Te enamoras de aquel “amigo”, algo similar a la anterior, pero con una pequeña variante. Cuando por fin te animas a decirle lo que sientes y pues tu crees que va a pegar el chicle te contesta lo siguiente: “Si te quiero mucho, pero como amiga”. ¡MADRES! Y tu le dices: “Si, no hay pex, seguiremos siendo amigos de todos modos” pero lo que en realidad pensaste fue: “OOOOOUUUUCH” escuchas el “CRACK” de tu corazón a medio partir y las palabras en tu mente son: “NOT ENOUGH THOUGH”.

+ Tu mejor amigo se enamora de ti, y NO TE GUSTA porque es tu “amiguito” pero luego por fin te das cuenta que nadie te va a querer más en este mundo como él y cuando dices “OK, YO CONTRA EL MUNDO, DECIDO ARRIESGAR ESTA AMISTAD POR ESTE NIÑO” pierdes la cabeza por él, mariposas en el estómago y cuando llegas con ese amigo y le dices “SOBRES, VAMOS A INTENTARLO PORQUE YA ME DI CUENTA QUE ERES LO MAS IMPORTANTE QUE YO TENGO EN MI VIDA” el te dice: “DE HECHO, ESTABA PENSANDO QUE MEJOR NO” OSEAAAAAAAAA EL AMOR A DESTIEMPO, mal pedo…

+ Tu pareja, cuando ya esta todo viento en popa y que tu dices… “Y AHORA QUE” nomás te contesta que no quiere compromisos, que esta concentrado en su carrera, que tiene muchas cosas en la mente, que etc etc etc… cuanto paro pone para no estar atado a alguien más que no sea su propia conciencia.

+ Tu analizas metódicamente cada detalle… llamadas, atenciones, flores, abrazos, besos, caricias, miradas, TODO o sea… es todo un idilio PERFECTO, o al menos en tu mente, y cuando por fin deciden hablar de el tema NADA. Señales equivocadas… o peor aun, cuando si las interpretaste bien pero cuando ya van a formalizar algo concreto te dice: “ME VAN A TRANSFERIR EN EL TRABAJO”, “TENGO QUE CAMBIARME DE CIUDAD” y no quiere empezar nada por el momento.

+ Tu y tu novio son la PAREJA PERFECTA… casi casi como para tomarles una foto agarrados de la mano caminando por un parque y ponerla en la portada de una revista “socialité” y te enteras que te puso el cuerno, o que es gay, o simplemente al siguiente día decide mandarte mundialmente a la V.

+ Te das cuenta que no es la persona tan perfecta o al menos tan perfecta para ti, que no merece el pedestal en el cuál lo tenías desde hace algún tiempo.

+ No te valora como persona, no te deja ser tu misma, piensa que eres una posesión más, un trofeo anexo a su vitrina de reconocimientos en sus conquistas, un nombre más en su “little black book”, un check más para su lista de metas de la noche… una más.

Podría seguir con la lista, pero hay mucha creatividad últimamente en el área de mandadas a la chingada mundialmente reconocidas que no me cabría mencionarlas en un único post.

Cuando se rompe el corazón pueden pasar muchas cosas: nos enojamos, nos deprimimos, nos damos por vencidos o agarramos más “callo” para la siguiente. Unos se recuperan pronto, otros caminan con paso lento como si su alma les pesara más que su propio cuerpo; unos salen adelante olvidándolo todo y otros más a duras penas vuelven amar pero con una cicatriz que cuando viene un día lluvioso comienza a doler.

Al preguntarle al entrevistado: “¿Cómo recuperarnos de un corazón roto? ¿Cómo hacerle si duele tanto cuando nos hacen daño?" a lo que él contestó: “Existen muchas maneras de romper el corazón, ya sea consciente o inconscientemente. Unas veces nos toca herir y otras nos toca sufrir pero solamente hay una forma de saber si es posible recuperarnos... No hay más remedio que el volver a intentarlo”.