abril 21, 2006

SWEET RIDE TO NEVERLAND

Me siento distraída y confundida. Abro los ojos y me encuentro acostada en mi cama, desplegando mis brazos y piernas como una estrella de mar. No puedo dormir nuevamente y escucho una música de fondo la cual no alcanzo a distinguir lo que están diciendo. Algo así como un sueño estando despierta.

Miro el reloj, son las 4:20 de la mañana de un jueves. No se si se está acabando el día de ayer o si mi hoy está por comenzar. Mi compañera de cuarto va llegando del bar en donde trabaja y yo sigo ahí mirando el punto fijo en el techo de mi cuarto. No sé que está pasando…

Cierro los ojos otra vez, los abro, los vuelvo a cerrar… El techo da vueltas, las sábanas se hacen más suaves y las almohadas más acogedoras. De repente caigo al vacío y la interminable sensación de caída libre se ve interrumpida por el sonido del despertador que por tercera vez consecutiva lo obligué a callar con un fuerte manotazo en su parte superior.

A duras penas me arrastro a la regadera, no recuerdo si me alcancé a bañar o si me quedé dormitando durante un instante de tiempo mientras las gotas de agua resbalaban lentamente por mi cuerpo. Una a una absorbiéndose en mi piel y recorriendo mi rostro hasta alcanzar a hidratar mis labios que resecos ya estaban de aquel inconsciente viaje.

No sé cómo llegué al trabajo, sólo sé que las luces que hacia él me llevaban se iban haciendo más intensas, hipnotizándome como pequeñas luciérnagas danzando en la oscuridad.

Me encuentro sentada frente al computador, con el “cruise control” activado. Todo empieza a fluir lentamente como si mi rutina estuviera grabada hasta en la última terminación nerviosa de mi cerebro. Escucho el “tic tac” del reloj de escritorio, segundo a segundo como si un martillazo aumentara su intensidad conforme va viajando por mi conducto auditivo.

Llega la hora de la comida y no se si traía demasiada hambre pero me supo a manjar de dioses… La gente me habla, mi concentración está más ausente de lo normal. Me quedé dormida como por 5 minutos pero sin siquiera saber si en verdad dormí o fue probablemente un pequeño lapso en el que olvidé mi existencia.

Finalmente terminó mi día laboral… AL FIN… no se si todo ese tiempo que acabó por consumirse es un instante de mi vida o simplemente es un pedazo de recuerdo que mi mente inventó por el estado en que me encontraba.

Me retiro a echarme una siesta…

4 Comentarios:

A la/s 7:58 p.m., Blogger Transeúnte dijo...

tmabien me imagin que has de haber comido un chingo...
que el agua en la regadera te cayó pesada...
que batallabas en dar pasos y se te entumian los pies...
y que pensabas que estabas siendo observada por todo el mundo

buen trip.. jeje feliz 4:20 "chaparrita" jajaja.

 
A la/s 7:59 p.m., Blogger Tita dijo...

ja,ja,ja... thanks! igualmente!

 
A la/s 4:31 p.m., Blogger José dijo...

no sé porqué me dieron ganas de ir por un gansito, chocoroles, papitas, chocolates y una soda gigante y estar tirado frente a la tele viendo las animatrix jaajaj... shido marhtita

 
A la/s 3:24 p.m., Blogger Tita dijo...

Ja,ja,ja... tengo un amigo así. Pero lo mío fue porque no había dormido nada...

 

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